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Cánulas de irrigación, ¿para qué se utilizan?

Una cánula de irrigación es una punta fina y alargada que se conecta a una jeringa para aplicar soluciones líquidas de forma controlada en zonas de difícil acceso, como los conductos radiculares o las bolsas periodontales.

Las cánulas de irrigación se utilizan para aplicar soluciones irrigadoras en zonas de acceso limitado, como conductos radiculares o bolsas periodontales.

Se usan principalmente en endodoncia, periodoncia y cirugía oral para introducir irrigantes como hipoclorito de sodio, clorhexidina o EDTA. Su función es eliminar restos orgánicos, bacterias y detritus, mejorando la desinfección del área tratada.

Su diseño permite una irrigación dirigida, evitando sobrepresiones o salpicaduras, y favoreciendo una limpieza más segura y efectiva.

¿Cuándo se utilizan?

Estas cánulas están presentes en procedimientos donde la eliminación de restos orgánicos o bacterias es clave:

  • Irrigación de conductos en tratamientos de endodoncia
  • Limpieza durante cirugía periapical o colgajos periodontales
  • Aplicación de clorhexidina, hipoclorito, EDTA u otros irrigantes
  • Limpieza controlada en zonas profundas con acceso limitado

Diseño clínico adaptado al procedimiento

Las cánulas de irrigación están disponibles en distintos calibres y longitudes, con punta abierta o lateral, según el tipo de flujo deseado.

Algunas presentan diseño flexible y precurvable, lo que facilita el acceso sin riesgo de daño a los tejidos. Otras incluyen tope de seguridad para controlar la profundidad en conductos estrechos.

Aspectos clave al elegir una cánula

  • Diámetro adecuado según el calibre del conducto o espacio periodontal
  • Longitud suficiente para alcanzar la zona deseada sin forzar
  • Tipo de punta: abierta, cerrada o lateral, según el flujo que se necesite
  • Compatibilidad con jeringas de irrigación estándar
  • Presencia de tope o marcaje para trabajar con seguridad

Una buena irrigación no depende solo del irrigante, sino de cómo se aplica. Las cánulas adecuadas mejoran el control, reducen el riesgo de extrusión y optimizan la limpieza del área de trabajo.